CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE TU TORTUGA

Aunque no lo parezca a simple vista, pueden llegar a ser grandes mascotas siempre y cuando se les proporcione una debida atención.

El agua en las peceras debe ser cambiada cada dos días o, preferiblemente, a diario, a fin de que sus ojos no puedan irritarse. Con una limpieza adecuada del espacio, se disminuirá el riesgo de que los cultivos de comidas que queden dentro les provoquen algún tipo de infección a medida que pasa el tiempo. Asimismo, a loros, pericos, hámsters, perros, etc., debe prohibírseles su paso cerca de la pecera, a fin de evitar enfermedades.

Un hecho que los dueños de tortugas o los que estén planeando tenerlas deben tomar en cuenta es que estas merecen un lugar donde se sientan cómodas y lo más natural que se pueda.“De esto dependerá principalmente un adecuado desarrollo del anfibio”. Un lugar bastante amplio donde pueda nadar y una superficie donde también pueda estar fuera del agua son dos características fundamentales del ‘hogar perfecto’ para las tortugas. Una regla básica como parte de un buen cuidado es el encontrar el punto perfecto de contacto entre el sol y la tortuga. “Aunque la luz solar es fundamental para su crecimiento, en exceso puede provocar grandes daños”. De allí ha que resulte importante que los dueños estén atentos de la intensidad y cantidad que reciban. Pero, ¿cuánto tiempo es el apropiado? se sugiere que para un contacto directo con el sol, las tortugas podrían hacerlo de una a dos horas preferiblemente, siempre que tengan cerca un área de sombra donde puedan refugiarse en caso de ser necesario.

Como toda especie, las tortugas son propensas a enfermarse, que tienen que ver directamente con una cantidad no suficiente de luz solar y dieta inadecuada. Al respecto, las tortugas pequeñas deben alimentarse una vez al día, mientras que las más grandes deben hacerlo por lo menos tres veces por semana, a base de alimentos especializados con vitaminas y otros nutrientes. En todo caso, por su caparazón y el estado de sus ojos es que los dueños podrían determinar su estado de salud, asegura.“Si su carapazón se vuelve blando y los ojos están hinchados son síntomas de que algo no está bien”. El especialista indica que lo mejor en ese momento es verificar factores como la temperatura en la que se encuentra la mascota, y de no recuperarse, llevarla donde un profesional.